John Paul Jones, bajista y tecladista de Led Zeppelin, se hallaba tranquilamente jugando backgammon mientras escuchaba un talk show de llamadas telefónicas en una FM de New York.
"Anoche estaba en un club, cuando alguien me preguntó si quería conocer a Jimmy Page", dijo repentinamente el conductor en medio de las llamadas. "Saben, cuando pienso acerca de eso... No hay nadie más desagradable que Jimmy Page".
Jones dio un sobresalto. "Déjenme decir sólo que Led Roñoso no puede encontrar la forma de tocar siquiera con una bolsa de papel. Si planean verlos mañana a la noche en el Garden, sepan que esos tipos los van a estafar. Bueno, no quiero seguir perdiendo el tiempo hablando de Led Roñoso. Si piensan ir a verlos, mejor pongan la cabeza en la ducha".
Jones, normalmente un hombre reservado, se encaminó furiosamente a través de la habitación; tomó el auricular del teléfono y llamó a la estación de FM. Tras una corta espera, el mismo conductor atendió.
¿Sobre qué desea hablar?
"Led Zeppelin", contestó calmo Jones, en su recortado acento británico. La línea quedó muda. Entonces, víctima de ocho segundos de espera, el intercambio no tuvo aire radial.
Según Jones, este tipo de peleas son familiares. Aunque Led Zeppelin fue capaz de vender más de un millón de unidades por cada uno de sus cinco álbumes (y se halla actualmente en una gira por los Estados Unidos que, se espera, será el emprendimiento más grande de la historia del rock), la banda es continuamente atacada, maltratada y pateada en las tripas por críticos de toda calaña. "Lo sé, no tiene sentido pelear", reflexiona Jones. Y es cierto: la abrumadora popularidad de Led Zeppelin habla por sí sola. "Sólo estaba tratando de defenderme, una vez más".
La noche de la abortada defensa, en el primero de sus tres conciertos en el Madison Square Garden, Led Zeppelin dejó a la audiencia boquiabierta con uno de los mejores shows de sus seis años de carrera. Tras un repentino impulso de Page en la mitad del set, la banda se lanzó en picada hacia una impactante (y no ensayada) versión de su tour de force de 20 minutos, "Dazed And Confused". Aquella noche, la expectativa por un éxito incierto fue un factor electrizante de la performance de Zeppelin. "No tengan dudas", se entusiasmó el cantante Robert Plant al regresar al escenario para un bis de "Communication Breakdown". "La gira ha comenzado".
Pasó bastante tiempo desde el último rock’n’roll de Zeppelin. Al cabo de 18 meses que pasaron trabajando en su nuevo álbum doble, Physical Graffiti, la banda necesitaba un poco de precalentamiento. "Es desafortunado que allí deba haber alguien", dijo Plant señalando la arena. "Pero vamos a hacerlo a nuestro modo. Hay un montón de energía puesta en este tour. Mucha más que en la última gira." La noche de la apertura oficial, el 18 de enero en el Sport Center de Minneapolis, todo salió sorprendentemente bien considerando las circunstancias. Sólo una semana antes, Jimmy Page se quebró la punta del dedo izquierdo anular tras quedar atrapado en una puerta de tren. Con una semana de ensayo para perfeccionar lo que Page llama su "técnica de tres dedos y medio", las clásicas piezas en vivo de Zeppelin "Dazed And Confused" y "Since I’ve Been Loving You" fueron definitivamente canceladas. Pero con tabletas de codeína y Jack Daniel’s mediante, Page pudo mitigar el dolor lo suficiente como para dirigir a la banda en un exigente set de tres horas.
Peter Grant, manager de Led Zeppelin y presidente de Swan Song, la compañía grabadora del grupo, encontró aquellas primeras fechas un tanto extrañas: "Deberé acostumbrarme a ver un concierto de Led Zeppelin sin "Dazed And Confused" En más de un sentido, ese tema muestra a la banda en su mejor forma. Hay un punto de la canción en donde Pagey despega y hace lo que se le ocurra. Existe siempre la incertidumbre de que la canción puede durar 5 o 35 minutos".
Page reaccionó al infortunio con apasible desasosiego. "No tengo dudas de que el tour va a ser bueno; sólo que, ¡mierda!, me apena no poder tocar todo lo que puedo", dijo mientras golpeaba con un dedo la mano lastimada. "Siempre quiero mostrar lo mejor de mí y es frustrante sentir algo que me retiene en el set al momento de tocar. Podremos no ser brillantes algunas noches, pero siempre seremos buenos".
La gira progresó satisfactoriamente durante tres conciertos en el Chicago Stadium y visitas a Cleveland e Indianápolis, hasta que Plant contrajo gripe. El show de St. Louis fue postergado hasta mediados de febrero y, mientras Plant estaba convalesciente, la banda voló a Los Angeles para un día de descanso.
El descanso animó un cambio a segunda máquina y subsecuentes conciertos en Greensboro, Detroit y Pittsburgh mejoraron progresivamente, finalizando con la tumultuosa victoria de Led Zeppelin en New York y la primera versión de "Dazed And Confused" tocada en la gira. Entretanto, hubo pocos destrozos de habitaciones; algo por lo que Led Zeppelin es bien conocido. "No hubo tiempo para las habitaciones", comentó el baterista John (Bonzo) Bonham con cierta amargura. "La música concentró nuestras preocupaciones."
Fue a finales de 1968 cuando Jimmy Page armó la banda que luego sería Led Zeppelin. El nombre fue sugerido por el baterista de The Who, Keith Moon, y encarna una ironía que no necesita comentarios. Primero, Page contactó a Robert Plant, entonces cantante de un tumultuoso grupo de Birmingham llamado Band Of Joy. "Su voz", exclamó Page, "era demasiado buena como para pasar inadvertida. Después, todo lo que hice fue buscar un bajista y un baterista".
El resto resultó fácil. Plant sugirió a Bonham, baterista de Band Of Joy. John Paul Jones fue el último en llegar. "Respondí a un clasificado del Melody Maker", dijo. "Fue mi esposa quien me animó". Jones tiene un pasado de sesionista. Es responsable por algunos arreglos del álbum Their Satanic Majesties Requests de los Stones, y también realizó arreglos para algunos grupos que graban con el productor Mickey Most. "Trabajé en álbumes de Jeff Beck, Lulu, Donovan y Herman’s Hermits", añadió el bajista.
Los cuatro miembros utilizan la palabra "magia" al recordar los primeros ensayos de Led Zeppelin. "Jamás estuve tan dado vuelta", recordó Plant. "Aunque todos venimos del blues y el R&B, en la primera hora y media descubrimos nuestra propia identidad". Robert Plant, de 26 años, creció en Black Country, región donde comenzó la revolución industrial. Dijo haber sido "un chico sobreprotegido" y que comenzó a escuchar a Buddy Guy, Blind Lemon Jefferson y Woody Guthrie casi al mismo tiempo en que ingresó al colegio. Entrando y saliendo de grupos como la Delta Blues Band, los Crawling King Snakes y Band Of Joy, Plant se hizo conocido como "el blusero salvaje de Black Country". Luego conocería a Page, en 1968, antes de la formación de Led Zeppelin.
"Pagey y yo estamos más unidos que nunca en este tour", reflexionó Plant tras el concierto de New York. "Estamos unidos en una misma persona, en varios sentidos".
Jimmy Page, de 31 años, creció en Felton, una comunidad de ensueño cercana al aeropuerto de Heathrow, en Londres. Hijo único, no tuvo amigos hasta comenzar la escuela a los cinco años. "Ese aislamiento temprano", comenta Page, "posiblemente influyó en cómo son hoy las cosas. Soy un solitario. Mucha gente no puede soportar la soledad. Los asusta. Pero el aislamiento no me ha molestado en lo absoluto. Al contrario, me da seguridad".
Page comenzó a tocar la guitarra a los 12 años. "Alguien nos había dado una guitarra española... Una bastante vieja. Es muy probable que ahora no pueda tocarla. Estuvo tirada en nuestro living por semanas y semanas, sin que me despertara ningún interés. Entonces, escuché un par de discos que me llamaron la atención, especialmente "Baby, Let’s Play House", de Elvis, y se me ocurrió tocarla. Quería saber de qué se trataba. Un compañero de escuela me enseñó un par de acordes y así empezó todo".
Luego de una temporada en donde se destacó como el guitarrista de sesión más solicitado (tocó en "You Really Got Me" de The Kinks, "Here Comes The Night" y "Gloria" de Them, "I Can’t Explain" de The Who y algunos hits de Burt Bacharach, entre otras cosas), Page se unió a The Yardbirds como segundo guitarrista tras Jeff Beck. Beck ya estaba por abandonar la banda cuando Page debió quedar solo por un tiempo. En cuanto los Yardbirds se separaron, Page estaba listo para formar Led Zeppelin.
Las siguientes conversaciones con Page y Plant ocurrieron en el espacio de dos semanas. Comenzamos con una ronda de té en la suite de Plant en el Ambassador Hotel, de Chicago. La charla continuó tres días más tarde en la oscura habitación de Page. "Todavía es de día", tiritó Page cobijándose bajo la frazada de su sofá. "Deberán pasar tres horas antes de que pueda articular una frase". La entrevista resultante, de la cual se extrajo la mayor parte del material, se prolongó hasta bien entrada la noche. Page, que casi susurra al hablar, prefiere las velas a la luz eléctrica. Días después, una visita Plant proveyó más material, y una entrevista final con Page en el vuelo a New York aportó los detalles restantes. Recién en el último tour Americano de 1973 la prensa reconocío la popularidad del grupo.
PLANT: Decidimos alquilar una firma publicitaria luego de nuestro primer tour aquí, en el verano de 1972. Ese mismo verano los Stones estaban de gira, y nos dimos cuenta de que estábamos haciendo mejor negocio que ellos. Recibíamos mejores ganancias, en relación con un montón de gente que era continuamente laureada por la prensa. Así que, sin creérnosla, pensamos que la gente debía escuchar otras cosas sobre nosotros en lugar de los habituales cuentos en donde nos comemos mujeres y tiramos sus huesos por la ventana. Ese delirio era lo único que el público conocía de nosotros, y se propagó boca a boca. Fueron buenas épocas pero no somos ningunos monstruos. Sólo somos muchachos que la pasan bien, amados por sus fans y odiados por sus críticos.
RS: ¿Sienten alguna competencia con los Stones?
PAGE: No. No lo veo así. No siento ninguna competencia. Los Stones son grandes y siempre lo fueron. Las letras de Jagger son increíbles; siempre al ángulo. O sea, se supone que somos el grupo más grande del mundo y demás, pero nunca reparo en esas cosas. No creo que en esto de la competencia. Se trata de quién hace buena música y quién no... Y de quienes logran mantenerse en buenos términos.
RS: ¿Qué los motiva actualmente?
PAGE: Amo tocar. Si pudiera hacer sólo esto, sería una utopía. Pero no lo es: son aviones, habitaciones de hotel, limusinas y guardias armados esperándote en cada habitación. Yo no entro en esa parte del juego, pero es el precio de salir a tocar. Estuve bastante inquieto los últimos 18 meses, mientras trabajábamos en el álbum...
PLANT: Yo tengo conflictos permanentes. Disfruto esto tanto como lo que hago en casa... Juego con un pequeño equipo de fútbol y colaboro en la comunidad donde resido, llevando la vida de un tipo normal, sintiéndome siempre listo y dispuesto. Pero extraño a la banda cuando no estamos tocando, y tengo que llamar a Jimmy para calmar mi ansiedad. La otra noche, cuando volvimos a tocar por primera vez, sentí la sonrisa más grande en mi boca.
RS: Jimmy, ¿qué hay sobre este rumor de un álbum solista?
PAGE: Atribuílo al sentido del humor de Keith Richards. Hice lo que podría llamarse el nuevo lado B de los Stones. Rick Grech, Keith y yo estábamos grabando un tema llamado "Scarlet". No recuerdo al baterista. Sonaba muy similar en estilo y forma a los viejos tracks de Blonde On Blonde. Estuvo realmente bueno. Pasamos toda la noche y después nos fuimos a los estudios Island, en donde Keith agregó algunas guitarras de reggae. Yo hice algunos solos cuando se hicieron casi las ocho de la mañana. El se llevó las cintas a Suiza y alguien se enteró. Keith dijo que era un tema de mi nuevo álbum, pero no necesito hacer un disco solista; ni yo ni nadie de la banda. La química es tal que nadie queda relegado, lo suficientemente frustrado como para pensar en un LP propio. Realmente, no me gusta dictar lo que tiene que tocar cada uno al estilo Townshend. No me gusta demasiado. Después de todo, un grupo es un grupo, ¿no?
RS: Ustedes se dignaron a continuar impávidos ante las críticas, especialmente en los primeros días de Zeppelin. ¿Cuánto creen en ustedes mismos?
PAGE: Puedo no creer mucho en mí, pero creo en lo que hago. Yo sé adonde voy, musicalmente. Veo mi estilo y lo hago más pausado de lo que debiera. Sé cómo llegar, lo único que quiero es seguir tocando. Quizás esto puede sonar raro, debido a todos esos John McLaughlin, que suenan como en el espacio exterior o algo similar.
Quizás es como la liebre y la tortuga. No soy un guitarrista técnico. Yo agarro la guitarra y toco. Ahí no entra la técnica. Yo trato con emociones; me importa más el aspecto armónico. Ese es el costado que me interesa desarrollar.
Existen estilos muy variados y ricos para interpretar con la guitarra... Flamenco, jazz, rock, blues... Al principio, mi sueño era fusionar todos los estilos. Ahora pienso que componer es igualmente importante. Además, creo que es hora de viajar y experimentar tocando con los músicos callejeros de las cuidades que visito. Músicos hindúes, músicos de Marruecos... Sería bueno viajar este año. No sé cómo va a tomarlo la gente, pero voy en esa dirección. Esta semana soy un gitano; tal vez mañana sea un glam rocker.
RS: ¿Qué obtenés de los viajes?
PAGE: ¿Me estás jodiendo? ¡Dios!, uno sabe lo que gana al sentarse con los marroquíes, como músico y como persona. Así se crece; no viviendo de este modo, ordenando servicio de hotel. Es el polo opuesto de la escala. El balance tiene que ir al otro extremo, al punto de que quizá me gustaría vagar con un instrumento y nada más. Yo solía viajar así hace tiempo, y podría volver a hacerlo. Pero siempre está el tema del tiempo; no podés comprarlo. Para mí, todo es una carrera contra el tiempo, especialmente en la música. Porque sé que no tengo tiempo para hacer todo lo que quiero. Otra de mis ideas es viajar en tren por Inglaterra en un vagón de enfermería. Puede sonarte muy loco pero hay zonas muy rurales en donde podés bajar y tocar con grandes amplificadores, y despúes mezclar todo para que suene tan real y permanente como me gusta. Me gusta el cambio y el contraste, no puedo permanecer atado a una situación, día tras día. La vida doméstica no es para mí. Estar sentado en este hotel no es un picnic; así sobrevienen la fiebre de las giras, los colapsos y demás, pero todavía no llegué a ese punto. Hasta ahora, todo resultó bastante livianito. Pero llevamos una semana de tour...
RS: ¿Qué recuerdan de la primera gira norteamericana?
PLANT: Tenía 19 y era virgen. ¡Pasó tanto! Ahora estamos más tiempo en la habitación leyendo Nietzsche... Antes era más divertido. ¿Sabés?, en aquella época la gente era más divertida. Los Estados Unidos eran más divertidos. Los Angeles era otra cosa. Actualmente, L.A. está infestado de chicas de 12 años sin ningún entusiasmo, gastadas. Ya no es la ciudad que me gusta. Pero recuerdo bien mi primera visita a los EE.UU.: fue la primera vez que vi a un policía armado; la primera vez que vi a un auto de cuatro metros de largo. Había un montón de gente dispuesta a pasar un buen rato; gente que nos recibió con la mejor predisposición, dispuesta a divertirse con nosotros. Qué se yo, nos tirabamos huevos y baldes de agua, y todas las locuras que un tipo de 19 años debe hacer. Fueron nuestros primeros pasos. Conocimos tipos que desaparecieron, otros murieron por sobredosis, algunos crecieron. No le encuentro demasiado sentido a madurar.
RS: Parecés sinceramente preocupado al respecto...
PLANT: Bueno, la verdad que sí. No he perdido mi inocencia, aunque a veces actúe y haga creer otra cosa. Sí, es una pena en cierto sentido. Y es una pena ver a esas chicas malgastando sus vidas en una competencia por lo que antes era sólo pasar un buen rato con las GTO y gente parecida. Cuando se trata de enloquecer, ellas nos pueden dar tanta locura como nosotros a ellas. Una pena, realmente. Si escuchás "Sick Again", un track de Physical Graffiti, las letras demuestran la pena que sentimos por ellas. "En el lobby del Paradise Hotel, aferrada a las páginas de tu diario adolescente; reina del circo de Los Angeles, que rápido aprendiste tu camino descendente" (© 1975, Joaneline Music Inc.). Un minuto tienen 12 años, y al siguiente cumplieron 13 y así siguen a toda marcha. Lástima, no tienen el estilo que solían tener en los viejos días del ’68.
La última vez que estuve en Los Angeles resultó aburrido, y el aburrimiento es horrible, es el inicio de todo lo destructivo y negativo. Los lugares se distinguen por su gente, y la gente que vive ahora en Los Angeles califica cero para la ciudad. Extraño el clamor, la energía; desde los agujeros inmundos hasta los hoteles de primera clase, todo era diversión. Desde el Shadowbox Motel, en donde siete años antes crujían las paredes, hasta el Plaza, donde el abogado general se quejaba porque nos la pasábamos escuchando discos de Little Feat muy fuerte a la noche.
RS: ¿Consideran que deben superarse con cada nuevo álbum?
PAGE: No. De lo contrario estaría totalmente deprimido con las críticas del último disco, ¿no te parece? ¿Ves?, este es el punto: no me importa. No me importa lo que opinen los críticos ni cierta gente. Hasta cierto punto he sido muy afortunado porque aparentemente a la gente le gustan nuestros discos; ¿qué más puede pedir un músico? Pero quiero seguir evolucionando todo el tiempo. No esperes que sea el mismo de hace tres años. Hay tipos que creen eso y no entienden que una brecha de un año significa un montón de cambios entre uno y otro disco. Eso afecta al material, a las letras, a la música... Ahora bien, no siento que deba superarme. Hacer este nuevo álbum nos llevó demasiado tiempo porque cuando lo fuimos a grabar John Paul Jones no se sentía bien y tuvimos que cancelar fechas... Un desastre. Nos llevó tres mese superar la situación.
RS: ¿Qué se siente ser ejecutivo de una compañía discográfica propia?
PAGE: Danos tiempo con Swan Song y te vas a sorprender. Tenemos muy buenas cosas en carpeta. Pienso que el nuevo disco de Pretty Things es absolutamente brillante. Somos ejecutivos y todo ese verso, OK, pero te aclaro que, desde el inicio, este sello nunca fue Led Zeppelin Records. Fue creado como vehículo para promover a grupos que sufrieron contratos leoninos. Creer que lo hicimos para ganar unos peniques más es un modo cínico de entender a esta compañía discográfica. Después, hubo gente que se preguntaba si yo iba a usar el sello para producir grupos... No lo sé, estoy demasiado involucrado con Zeppelin. Tengo un ofrecimiento de larga data para producir a Freddie King, a quien amo. Pero necesitaría disponer de más tiempo para trabajar.
RS: ¿Sentís que el negocio musical se está hundiendo, en algún sentido?
PAGE: La gente siempre dice eso mientras busca a El Gran Nuevo Grupo. El único momento expansivo tuvo lugar cuando llegaron los Beatles y Stones. Pero siempre se dice, "el negocio se muere", "¡el negocio se muere!" Y yo no lo creo. Hay demasiados buenos músicos para que el negocio musical vaya a hundirse. Existen un monton de estilos y facetas que dan un giro de 360 grados a la esfera musical, desde música clásica hasta música étnica. Si con todo eso nos vamos a hundir, que Dios nos ayude. Y si nadie volviera a hacer otro disco, hay suficiente música grabada esperando para hacerme feliz.
Puedo escuchar toda clase de música y no me siento a esperar al Gran Nuevo Grupo. Sería interesante que aparezca algo nuevo, como enanos tocando arpas electrónicas o algo así, pero no estoy buscando. Mirá Bad Company o Average White Band: hace tiempo que esos tipos vienen dando vueltas con diferentes disfraces. Así que, ¿cuántos grupos nuevos tienen substancia? Me temo que en Inglaterra no hay muchos. Nosotros hicimos negocio con Suzi Quatro y Mud. Absurdo. El Top Ten no debería ser una basura, pero lo es.
RS: ¿Cuán dificultoso fue hacer el primer disco de Led Zeppelin?
PAGE: Se armó rápido. Lo grabamos poco después de haber formado la banda. Nuestro único ensayo fueron dos semanas de gira por Escandinavia como los New Yardbirds, y para buscar material no dirigimos obviamente a nuestras raíces bluseras. Conservo un montón de riffs heredados de la época Yardbirds. Cuando Jeff (Beck) abandonó el grupo, me tocó a mí traer material nuevo. Clapton había dejado una pesada herencia en los Yardbirds que Beck debió continuar, y para mí fue aún más duro porque repentinamente el segundo guitarrista pasó a ser primero. Estaba presionado a traer nuevos riffs. Por eso, en el primer LP yo estaba muy influido por aquellos días, y eso, creo, habla por sí solo.
El álbum se hizo en tres semanas y era obvio que alguien debía tomar el control. De otro modo íbamos a terminar todos zapando y sin concretar nada por seis meses. Pero después, en el segundo LP podés escuchar que se consolida la identidad del grupo.
PLANT: Durante aquel álbum tuve mi primer amor con los auriculares. Lo que me devolvían mientras estaba cantando era más estimulante que la mejor chica de la tierra. Tenía mucho peso, mucho poder, era devastador. Cambié mucho desde entonces pero el entusiasmo que sentimos con Jimmy quedó reflejado en el disco. Todo era muy sexual y nos estábamos encontrando con nuestro sello personal.
No hicimos dinero en la primera gira; nada de dinero. Jimmy puso cada penique que obtuvo de los Yardbirds, que no era mucho. Hasta que nos tomó Peter Grant, nadie en la compañía recibió demasiado. Así que tras grabar el álbum salimos de gira con un solo plomo.
RS: Jimmy, una vez dijiste que tomabas la vida como una apuesta. ¿Qué quisiste decir?
PAGE: Hay mucha gente que le teme a las oportunidades, y hay demasiadas chances como para vivir sin hacer algo que te haga feliz. Si trabajás en una fábrica y te la pasas rezongando cada mañana, eso tendrá su costo; seguramente te vas a enfermar. Por eso digo que soy un afortunado, porque amo lo que hago. Mirando a la gente a la cara, sacando lo mejor de ellos, eso me hace increíblemente feliz. En serio.
RS: ¿Y a qué apuestas te referías?
PAGE: Te cuento una. Yo estaba en un grupo; no voy a dar el nombre porque no vale la pena, pero era la clase de grupo que se la pasa haciendo giras en autobús. Hice esto por un par de años tras abandonar la escuela, hasta que empecé a hacer algo de plata. Pero me estaba enfermando. Así que regresé a la escuela de arte y eso significó un cambio total de dirección. Por eso digo que es posible hacer una elección en la vida. Yo estaba completamente dedicado a la guitarra, pero sabía que, de hacerlo por siempre, cada dos meses iba a contraer fiebre glandular. Los siguientes 18 meses los pasé con diez dólares a la semana. Pude recuperarme, y aún así continué tocando.
PLANT: Dejame contarte una historia que hay detrás del tema "Ten Years Gone", del nuevo álbum. Yo trabajaba como burro antes de unirme a Zeppelin. Una chica que yo amaba mucho me dijo: "Soy yo o tus fans". No tenía fans, pero le respondí, "no puedo parar, debo seguir adelante". Ya no teníamos nada que decirnos. Imagino que será muy feliz. Ella tenía una máquina lavadora y un pequeño auto deportivo. Posiblemente, podría volver con ella, pero ella no podría volver conmigo. Me encontraría demasiado sonriente. Pasaron diez años, me temo. En fin, ahí tenés una apuesta.
PAGE: Ahí va otra. Mientras estaba en la escuela de arte empecé a trabajar como sesionista. Creéme, un montón de muchachos pensarían que esa era mi prioridad, el trabajo de estudio. Y lo abandoné para unirme a los Yardbirds por un tercio de las ganancias, porque quería volver a tocar. Sentía que no tocaba lo suficiente en el estudio. Hacía tres trabajos de estudio por día, y me estaba convirtiendo en la clase de persona que aborrezco.
RS: ¿Cuál es el problema con el trabajo de sesionista?
PAGE: Algunas sesiones fueron un placer, pero el problema era que nunca sabías lo que iba a ocurrir. Habrás oído que toqué en discos de Burt Bacharach. Es cierto, pero nunca supe qué estaba haciendo. Yo sólo tenía contrato para entrar en determinado estudio a las dos y a las cinco y media. A veces, te encontrabas con alguien que te alegraba ver, pero otras veces te preguntabas, "¿qué hago aquí adentro?"
Cuando empecé a trabajar como sesionista la guitarra estaba de moda. Tocaba solos todos los días. Luego, cuando el sonido Stax se impuso veía entrar a bandas completas de bronces y apenas tocaba algún riff, pero nada de solos. Recuerdo que pasé una temporada de dos meses sin tocar un solo. Y de golpe, alguien me pidió tocar un solo para un rock’n’roll. Lo hice y sentí que era una mierda. Estaba tan enojado conmigo que me decidí a abandonar el trabajo. Me estaba volviendo loco.
RS: ¿Y cómo ves ahora tus días con los Yardbirds?
PAGE: Tengo buenos recuerdos. Dejando de lado una gira en la que por poco nos matamos, fue todo muy intenso y los Yardbirds eran un grupo realmente muy bueno. No lamento nada de lo que hice; cualquier músico se hubiera sumado a la primera oportunidad. Fue particularmente bueno cuando Jeff y yo tocábamos juntos primera guitarra. Podíamos haber construido algo excepcional, pero desafortunadamente quedó poco material registrado. Sólo está "Stroll On" del film Blow-Up, que fue muy divertido, aparte de "Happenings Ten Years Ago" y "Daisy". Por entonces ya no entrábamos mucho al estudio. Obviamente, hubo buenas y malas. Todo el mundo quiere conocer las peleas y los choques de personalidad... Pero no siento que haya habido tanta maldad. No llegamos a tanto. Si alguien lo piensa de esa modo, tal vez sería bueno juntarnos para grabar un disco. Aunque no creo que a Jeff le interese. Jeff es un tipo gracioso.
RS: Vos vivís en la casa de Aleister Crowley (poeta y mago de comienzos del siglo XX, popular por sus ritos de magia negra).
PAGE: Sí, era propiedad de Aleister Crowley. Pero hubo dos o tres dueños antes de que Crowley se mudara allí. Era una iglesia que se quemó hasta los cimientos, con toda la congregación adentro. Y ahora ese sitio lo ocupa la casa. Ocurrieron un montón de cosas extrañas que nada tienen que ver con Crowley, y todavía quedan malas vibraciones. Allí decapitaron a un hombre y a veces se escucha rodar su cabeza. En realidad, yo nunca la escuché pero sí un amigo mío, que es extremadamente formal y no le interesan para nada estos cuentos. Se creyó que eran gatos vagabundeando. Yo no estaba en casa pero él salió a los gritos. "¿Por qué no deján los gatos afuera por las noches? Hacen un ruido espantoso, rodando por los pasillos". Y le dijeron, "los gatos están encerrados en una habitación". Entonces le contaron la historia de la casa. Esa clase de leyendas ya estaban ahí antes de que Crowley llegara. Por supuesto, después de Crowley hubo suicidios, gente trasladada a hospitales mentales...
RS: ¿Y vos tenés contacto con los espíritus?
PAGE: Yo no hablaba de eso. Sólo dije que no escuché la cabeza rodar.
RS: ¿Cuál es el atractivo del lugar?
PAGE: Lo desconocido. Me atrae lo desconocido, aunque tomo precauciones. Nunca hago las cosas a ciegas.
RS: ¿Te sentís seguro en esa casa?
PAGE: Sí. Bueno, todas mis casas están en sitios aislados. Poco es el tiempo que estoy solo en casa. Paso mucho tiempo cerca del agua. La casa de Crowley está en el Lago Ness, en Escocia. Tengo otra casa en Sussex, en donde paso la mayor parte del tiempo. Queda cerca de Londres; tiene una zanja alrededor, con balcones que dan a lagos. Qué se yo, podría decirte un montón de cosas, pero pueden darle idea a la gente. Pasaron cosas que enloquecerían a más de uno, y me sorprendo por lo compuesto que he sido. No quisiera entrar en detalles personales sobre mis creencias o mi interés por la magia. No quiero hacer algo al estilo Harrsion o Townshend (adherentes y profetas del hinduísmo). No me interesa convertir a nadie. Cuando la gente busca cosas, las encuentra sola. Soy un firme creyente de eso.
RS: ¿Qué pensás de tu retrato en (el libro de fotos) Rock Dreams? ¿No aparecés como un guitarrista mafioso junto a Alvin Lee, Jeff Beck, Pete Townshend y Eric Clapton?
PAGE: Eso no tiene nada que ver con Zeppelin. El artista pasó todo el tiempo masturbándose con los Stones, ¿o no? Los Stones como drag queens y demás. Cuando vi el libro por primera vez pensé, guau, está buenísimo. Pero cuando entré a hojearlo vi cosas que me disgustaron. La gente va a reírse de mí, pero no me gusta ver una foto de Ray Charles manejando mientras rodea con el brazo a una chica. Es de mal gusto. Pero el tipo es francés, ¿qué podemos decir? Y Ray Charles es ciego. ¿Qué clase de humor es ese? Podrán ser sus sueños de rock, pero ciertamente no son los míos.
De todos los guitarristas que surgieron en los sesenta, Beck, Clapton, Lee, Townshend y yo todavía recibimos nuestros dardos. Eso te dice algo. Beck, Clapton y yo somos del clan Richmond/Croydon, y Alvin Lee... no sé de donde viene. Leicester, creo. Así que él no es de nuestro estilo. Y Townshend. Townshend era de Middlesex y solía bajar a los clubs para ver a otros guitarristas. No lo conocí hasta "I Can’t Explain", en donde hice sesiones. Hace años que no lo veo, pero supongo que todos andamos en lo mismo, tratando de pasarla bien y progresar. Escuché algo del nuevo disco de Beck y es realmente brillante. Estupendo. Pero no sé, es todo instrumental, un disco de guitarrista para guitarristas. El es melódico, y en sus mejores momentos hace cosas de muy buen gusto.
RS: ¿Escuchaste a la nueva banda de Eric Clapton?
PAGE: Eric, bendito Eric. Sí, lo vi con su nueva banda y también lo vi en su concierto del Rainbow. Al menos, la gente que tocó con él en el Rainbow tenía algo de sangre. Estaban Townshend, Ronnie Wood, Jimmy Karstein y (Jim) Capaldi. "Pearly Queen" fue increíble. Eric debió pensar, "bueno, voy a conseguirme músicos ingleses". Desde que toca con músicos americanos se fue ablandando cada vez más. Yo fui a verlo tras el concierto del Rainbow y no fue difícil percibir su frustración por Derek And The Dominoes. El grupo nunca fue aceptado y debió ser duro para él no obtener el reconocimiento que tenía Cream. Pero el tema es, cuando un banda tiene la química que tenía Cream... Bueno, las chances de recrearla son de una en un millón. Es realmente difícil.
La clave para la longevidad de Zeppelin ha sido el cambio. Nosotros sacamos el primer LP; después un segundo, que no tenía nada que ver; luego un tercero totalmente distinto a los demás, y así seguimos. Comprendo la mala prensa de nuestros álbumes. La gente no puede entender cómo sacamos Zeppelin II seguido por III, con "That’s The Way" y varios temas acústicos. El hecho es que Robert y yo nos fuimos a la granja de Bron-Y-Aur en Gales y empezamos a escribir canciones. Y Cristo, ese fue el material que usamos. No fue algo así como, "debemos hacer unos rock’n’roll muy heavy porque es lo que nuestra imagen demanda..." Con nuestros conceptos de álbum, a la gente le lleva usualmente un año entender lo que hacemos.
RS: ¿Fueron a la granja de Bron-Y-Aur para hacer el tercer álbum?
PLANT: Era un momento para relajarnos, acumular canciones y no perdernos en el tumulto. Zeppelin comenzaba a volverse algo grande y queríamos hacer el resto del viaje a un nivel llano, razonable. De ahí el viaje a las montañas y el comienzo de los etéreos Page y Plant. Pensé que seríamos capaces de encontrar paz y tranquilidad para tener un blues verdaderamente californiano, que nos atrevimos a hacer en Gales en lugar de San Francisco. Y resultó un buen lugar. El nombre significa "La bestia dorada". Está en un pequeño valle que es cruzado por el sol. Hay incluso un track en el nuevo álbum, un temita acústico que Jimmy compuso ahí y que tipifica los días que pasábamos andando en jeep.
Fue una buena idea ir ahí. Habíamos escrito buena parte del segundo álbum mientras estábamos de gira. Es un álbum para la ruta. No importa lo que dijeron los críticos; la prueba es que sedujo a un montón de personas. El crítico de Rolling Stone, por ejemplo, era un músico frutrado. Quizás estoy haciendo volar mi ego, pero a veces la gente es celosa del talento. Ni siquiera recuerdo lo que decía la crítica, pero hasta donde sé fue un gran disco para la ruta. El tercero fue el álbum. Si alguien nos etiquetó como un grupo de heavy metal, ese disco los destruyó.
RS: Pero también hubo temas acústicos en el primer álbum.
PAGE: ¡Claro! ¡Exactamente! Cuando el tercer LP salió y tuvo sus críticas, Crosby, Stills & Nash recién se habían formado. El disco salió, y como las guitarras acústicas estaban ganando espacio de golpe: ¡LED ZEPPELIN SE VUELVE ACÚSTICO! Pensé, Cristo, ¿qué tenían en los oídos? Hubo tres canciones acústicas en el primer disco y dos en el segundo.
RS: Jimmy, hablás de "carrera contra el tiempo". ¿Qué estarás haciendo a los 40?
PAGE: No sé si llegaré a los 40. Ni siquiera sé si cumpliré 35. No estoy seguro y hablo en serio. Soy muy, muy serio. No creí que llegaría a los 30.
RS: ¿Por qué?
PAGE: Tenía cierto miedo. No miedo de morir pero... Esperá un minuto, entendámonos. Sólo sentía que... no cumpliría 30. Simplemente eso. Era algo mío, algo innato. Ahora tengo más de 30 pero no esperaba llegar hasta aquí. No tenía pesadillas al respecto, pero... No temo a la muerte. Es el misterio más grande; siempre lo será. Pero todo es una carrera contra el tiempo. Nunca sabés lo que puede ocurrirte. Como quebrarme un dedo. Podía haberme quebrado mi mano completa y habría estado fuera de circulación por dos años.
RS: Fuiste criticado por escribir letras "hippies insensatas y anticuadas"...
PLANT: ¿Cómo puede existir un "hippie anticuado"? La esencia de todo el movimiento era un deseo de paz, tranquilidad y una situación idílica. Es lo que cualquiera podría desear; ¿cómo pueden haber letras "hippies insensatas y anticuadas"? Si lo son, entonces yo me asumo como un hippie anticuado. Pongo mucho énfasis en las letras. No todo mi material fue hecho para el análisis, claro. Cosas como "Black Dog" son simples, al estilo "hagámoslo-en-el-baño", pero igualmente tienen sentido. La gente escucha. De otra forma, bien podría cantar el menú del Continental Hyatt House.
RS: ¿Cuán importante fue "Stairway To Heaven" para vos?
PAGE: Para mí, "Stairway" cristalizó la esencia de la banda. Estaba todo ahí y mostraba lo mejor de la banda, como unidad. No hablo de solos u otra cosa, sino que estaba todo ahí. Fuimos cuidadosos de no editarlo como single. Para nosotros representó un hito. Todo músico desea hacer algo duradero, algo que permanezca, y creo que nosotros lo hicimos con "Stairway". Posiblemente Townshend piense que lo logró con Tommy. No creo tener la habilidad de repetir algo semejante. Tendría que trabajar muy arduo antes de alcanzar un estado tan consistente, de tanto brillo.
No veo a mucha gente capaz de conseguir cosas similares. Tal vez hay una: Joni Mitchell. Escucho su música en casa todo el tiempo. Amo Court And Spark porque siempre tuve la esperanza de escucharla con una banda. Pero lo más importante de Joni es que puede tomar cosas que le ocurrieron y cristalizar toda la situación, para luego escribir acerda de eso. Me hace llorar, ¿qué más puedo decir? Es brillantemente extraña. Puedo identificarme con mucho de lo que ella canta. "Ahora los viejos amigos se muestran raros; sacuden sus cabezas; me dicen que yo he cambiado". Me gustaría conocer a algunos de los viejos amigos de cualquier músico conocido. Te sorprenderías. Ellos piensan –particularmente en esta cosa del cambio– ellos asumen que vos cambiaste. Y para peor. Hay muy pocos tipos a quienes puedo llamar verdaderos amigos. Son muy, muy apreciados por mí.
RS: ¿Qué pensás?
PLANT: Viví siempre con la misma gente, y estoy muy contento. Son como el remanente de la era beatnick. Todos mis viejos compañeros me brindan buena compañía. No recibo acusaciones a mi estilo de vida porque los conozco desde hace mucho. Siempre habrán bromas ocasionales, al estilo de que quedé debiéndole dos dólares a alguien en 1963, cuando era un cantante de blues con una tabla de lavar. Pero está bueno, soy feliz.
RS: ¿Tienen algún guitarrista norteamericano favorito?
PAGE: Veamos, nos perdimos al mejor de todos los tiempos y ese fue Hendrix. El otro guitarrista que empezaba a entusiasmarme también se murió, Clarence White. Era absolutamente brillante. ¡Dios! En un estilo completamente distinto, me gusta el tipo que tocó en el single de Maria Muldaur, "Midnight At The Oasis". Es Amos Garrett. Usa una guitarra Les Paul y Les Paul es único, realmente. No hubiéramos ido a ninguna parte si él no hubiese inventado la guitarra eléctrica. Otro que me interesa es Elliot Randall, el que participó en el primer álbum de Steely Dan. Es un grande. En cuanto a bandas, Little Feat es mi grupo americano favorito.
El único término que nunca voy a aceptar es "genio". El término "genio" es utilizado con mucha facilidad en el rock’n’roll. Cuando escuchás las estructuras melódicas que trazaban los músicos clásicos y las comparás con un disco de rock, descubrís que al rock le queda mucho camino por recorrer. Existe un standard en el vocabulario clásico que permite la aplicación de la palabra "genio", pero caminás en hielo quebradizo si la empezás a aplicar a los rockeros. A mi modo de ver, el rock’n’roll es música folk. Música de la calle. No se enseña en el colegio. Se la vive. No vas a encontrar genios entre los músicos de la calle, pero eso no significa que no sean buenos. Del rock se extrae tanto talento artístico como el que puedas aplicar. No existe una escuela de rock; estás solo y eso es lo que encuentro fascinante.
RS: Ultima pregunta. ¿Qué piensan de lo que dijeron los chicos de presidente Ford, quienes nombraron a Led Zeppelin como su grupo favorito en la televisión nacional?
PLANT: Creo que fue un negocio sucio no habernos invitado siquiera a tomar el té. Quizá Jerry pensó que lo dejaríamos sin porro. Pero si hubieramos tenido un publicista tres giras antes, quizás él hubiera estado ahora en ruta con nosotros. Estoy complacido de escuchar que les gusta nuestra música en la Casa Blanca. Es bueno saber que tienen buen gusto.
RS: ¿Algún comentario?
PAGE: Sólo decir que aún busco un ángel de ala rota. No es fácil encontrarlos por estos días. Especialmente cuando estás alojado en el Plaza Hotel.
(RS 182, 13 de marzo, 1975)